Los desafíos de los departamentos de impuestos corporativos

Para comprender mejor los desafíos del departamento de impuestos corporativos, KPMG encuestó a 126 directores de impuestos (CTOs) de grandes empresas en el otoño de 2021 y compiló sus puntos de vista en su Perspectiva del Director de Impuestos para 2022.

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Los desafíos de los departamentos de impuestos corporativos

Cuando se les preguntó qué riesgos fiscales representan la mayor amenaza para el crecimiento de sus empresas en los próximos tres años, más de la mitad de los CTOs eligieron el talento.

Greg Engel, vicepresidente de impuestos de KPMG, cree que ese número sería aún mayor si la encuesta se realizara hoy.

Los desafíos de los departamentos de impuestos corporativos precedieron a la pandemia, se profundizaron con ella y, en la actualidad, continúa siendo uno de los grandes problemas.

"Sigue habiendo mucha gente que deja sus trabajos y la profesión. Si vas a los campus universitarios y hablas con los profesores, escucharás que cada vez menos personas ingresan a la profesión de contabilidad, y que la inflación salarial podría ser una razón por la cual. La compensación competitiva es parte de la solución, pero el entorno laboral es posiblemente más importante.

Muchas personas se sintieron atraídas por la contabilidad pública por la oportunidad de trabajar en estrecha colaboración con colegas con intereses y objetivos compartidos, y eso se ha perdido en gran medida con el trabajo remoto.

Cualquier cosa que una empresa pueda hacer, de manera segura, para que su gente se sienta como una parte valiosa de un equipo, parte de algo más grande, será de gran ayuda", dice Engel.

Ampliación de responsabilidades

En medio de la escasez de mano de obra, las demandas a los profesionales de impuestos corporativos se han intensificado, como señala el estudio de KPMG.

"En el complejo y cambiante entorno empresarial y regulatorio de hoy, se le pide a los departamentos de impuestos que hagan más con menos, produzcan resultados más rápido y desbloqueen el valor de nuevas maneras. Hacer números y preparar hojas de cálculo ya no es suficiente, ahora se espera que los profesionales de impuestos colaboren en todas las funciones, comprendan la estrategia comercial y contribuyan a la toma de decisiones de las empresas, lo que requiere más que solo conocimientos técnicos sobre impuestos".

Uno de los últimos estudios de KPMG llamado: “Tax Reimagined: Perspectives from the C-Suite” confirmó que los ejecutivos de C-suite quieren que sus departamentos de impuestos brinden análisis de datos y orientación estratégica junto con experiencia en impuestos y contabilidad.

Un 75% de estos líderes, sin embargo, afirmaron que sus equipos de impuestos carecen de la combinación correcta de habilidades.

Una estrategia de talento múltiple surgió de las dos encuestas:

• Mejorar las habilidades del personal actual: casi el 60% de los CTOs dijeron que están aumentando la capacitación y el reciclaje de los miembros actuales de su equipo.
• Inclusión de soluciones tecnológicas: alrededor del 40% de los encuestados revelaron que están reclutando especialistas en tecnología tributaria o expertos en tecnología que pueden aprender sobre impuestos.
• Subcontratación de servicio especializado: 66% de los ejecutivos de alto nivel dicen que, durante el año pasado, se han abierto a la posibilidad de subcontratar para abastecer a sus departamentos de impuestos para mantenerse al día con los avances en la tecnología tributaria.

"Existe un gran deseo de hacer un mejor uso de la tecnología y los datos en el departamento de impuestos y ese deseo proviene no solo del jefe de impuestos, sino también de las personas a las que reportan"; dice Engel.

Riesgo regulatorio y análisis de datos

Otro desafío que enfrentan los departamentos de impuestos corporativos es el entorno regulatorio volátil, que muchos CTOs definieron como el principal riesgo de sus departamentos.

De hecho, más del 46% había manifestado que esperaba que se alcanzara un acuerdo internacional sobre una o ambas partes del esfuerzo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para abordar los desafíos de los departamentos de impuestos corporativos derivados de la economía digital.

Los pilares de la iniciativa planteaban:

• Pilar 1: le permitiría a las autoridades recaudar impuestos de las empresas en las jurisdicciones en las que venden productos y servicios, incluso si esas empresas carecen de presencia física.
• Pilar 2: impondría un impuesto mínimo global para disuadir potencialmente a las empresas de trasladar las operaciones a países con impuestos más bajos.

"Estas iniciativas podrían tener amplias implicaciones en el panorama fiscal futuro, con impactos potenciales en los perfiles fiscales, las operaciones y los informes de las organizaciones multinacionales", dice el informe de KPMG.

No está claro cómo se desarrollarán estas complejas iniciativas internacionales, y las empresas a menudo carecen del análisis de datos necesario para modelar el impacto de las leyes fiscales propuestas, explica Engel.

Como resultado, los CTOs no pueden proporcionarle a sus empresas una guía clara para informar la planificación estratégica.

"La incertidumbre pesa sobre el departamento de impuestos porque las otras partes de la organización quieren seguir adelante y hacer lo que tienen que hacer, pero sienten que el departamento de impuestos no puede darles lo que necesitan, que es certeza" agrega Engel.

La brecha tecnológica

La encuesta “Tax Reimagined C-suite” de KPMG encontró que los equipos de impuestos corporativos a menudo no cumplen con las expectativas de los líderes cuando se trata de capturar y analizar datos y modelar resultados financieros.

Y dos tercios de los encuestados en el informe de CTOs Outlook reconocen que sus equipos pasan más tiempo recopilando y preparando datos que realizando análisis.

Los CTOs que respondieron dicen que centrarán el gasto tecnológico futuro en:

• Un 79% en herramientas de gestión, extracción, carga y transformación de datos.
• Un 60% en software de planificación de recursos empresariales (ERP), sistemas de origen y almacenes de datos (60%).
• Un 50% en herramientas colaborativas.
• Un 38% en BI o Business Intelligence (Inteligencia de Negocios), modelado y análisis avanzado.

Los ejecutivos de alto nivel afirman que saben que los datos fiscales pueden crear información valiosa, según la investigación de KPMG. Pero, al mismo tiempo, la mayoría admite que sus organizaciones aún no están utilizando los datos fiscales para:

• responder a las consultas de auditoría;
• generar información sobre el gasto;
• pronosticar las tasas impositivas;
• identificar oportunidades para mejorar el resultado final o informar las decisiones sobre fusiones y adquisiciones.

El estudio identifica varias razones sistémicas para esto, incluida la incapacidad de compartir datos en toda la empresa, las preocupaciones sobre la precisión de los datos, los problemas de recursos y la falta de herramientas y habilidades analíticas.

Aun así, la mayoría de los ejecutivos dicen que no tienen la intención de invertir mucho en tecnología para corregir el problema debido a sus preocupaciones sobre:

• el retorno de la inversión (ROI);
• la alfabetización de datos dentro de la empresa;
• el insuficiente talento tecnológico fiscal disponible.

"Las empresas saben que necesitan más datos y tecnología, pero dado el ritmo del cambio, han llegado a la conclusión de que no pueden mantenerse al día si implementan estas herramientas ellos mismos", concluye Engel.

Como verás, la tendencia es que la tecnología sea el diferencial para enfrentar los desafíos de los departamentos de impuestos corporativos y convertirlos en centros de generación de valor.

¡Por eso, si quieres profundizar más en el tema, lee nuestro artículo 4 razones para sumar la tecnología a tu gestión fiscal y continúa evolucionando!