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Digitalización: el desafío mexicano para el comercio exterior
El crecimiento del comercio exterior de México va de la mano de la evolución de la digitalización. Los expertos señalan que la comercialización internacional de bienes y servicios mexicanos será clave para la recomposición económica tras superar la pandemia por el Covid-19.
En este contexto ya no hay dudas de que las industrias y empresas deberán prestar más esfuerzos a contar con tecnología de vanguardia para la innovación y la transformación digital de sus negocios. De esta manera, el futuro podría presentarse más auspicioso.
Claves históricas para la digitalización
México ha experimentado diferentes etapas en el proceso de transformación digital del comercio exterior.
Internet y las puertas del mundo
A finales del siglo XX, con la aparición de la Internet, el comercio mundial se vio favorecido por la posibilidad de conectar regiones que hasta entonces eran distantes y crear nuevas rutas comerciales. La aparición y el veloz crecimiento de nuevos canales de comunicación permitió un aceleramiento de los procesos que comprenden las actividades asociadas con importaciones y exportaciones gracias a que se redujeron los costos y el tiempo de traslado y distribución de productos. Esto ha sido, para los exportadores de México, el marco de notables beneficios en el presente y a futuro.
Tras la explosión de la Internet y los efectos de la globalización, México experimentó nuevos cambios y adoptó más tecnología para fomentar el comercio exterior. Esto propició que, en las últimas décadas, el país se ubique entre los países del continente americano más importantes por sus niveles de exportación e importación. =
El mundo desde donde estés
Sin lugar a dudas, uno de los avances tecnológicos más sobresalientes ha sido el del comercio electrónico que venía creciendo en los últimos años y que, como consecuencia de la pandemia por el Covid-19, experimenta hoy un salto exponencial en el aumento de la oferta y demanda del comercio online.
Las TICs en el comercio exterior
La incorporación de las herramientas TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) al comercio exterior mexicano ha sido fundamental en el crecimiento del sector. Estas han significado ahorro de tiempo en procesos administrativos asociados con la importación y exportación.
Por ejemplo, gracias a las TICs, los exportadores pudieron generar instancias de mayor control del traslado de mercancías en menor tiempo y con mejores resultados, optimizando todo el proceso comercial. A esto se suma la posibilidad de comunicar fallas o errores en segundos y mantener una comunicación fluida con los destinos.
De hecho, en el período 2016-2017, el Foro Económico Mundial señaló el alza de México en el Índice de Competitividad Global, ubicando al país entre los países del mundo con más perspectivas de crecimiento en comercio exterior.
Si bien la pandemia sumió al mundo en un proceso de crisis y recesión económica, algunos análisis pronostican una pronta recuperación en cuyo caso el rol del comercio exterior será central. De hecho, en julio de 2020, las exportaciones mexicanas ya recuperaron el 96.8% del valor perdido desde principios de año.
En este proceso de innovación tecnológica se han ido incorporando herramientas y reglamentaciones que han marcado un hito para la evolución del comercio exterior. Por ejemplo:
La implementación de esta herramienta ha sido fundamental ya que se trata de centralizar todas las operaciones y trámites gubernamentales en un único portal. De esta manera, los exportadores han experimentado mayor eficiencia y transparencia en las operaciones y la simplificación de trámites aduaneros. Además, esta solución implicó también un incremento en la participación ciudadana.
La reglamentación ha sufrido distintas actualizaciones, pero, sin duda, una de las más importantes en la historia del comercio exterior de México ha sido la determinación de que las empresas de comercio exterior deben estar enlazadas al Sistema Electrónico Aduanero (SEA) lo cual permite garantizar la transparencia de las transacciones digitales.
En México, algunas transacciones requieren la utilización de un certificado digital que tiene como finalidad agregar una capa adicional de autenticación y validación de los contratos.
A esto se suma el uso de la firma digital o electrónica que a través de un proceso sencillo se agrega un certificado digital más para validar la identidad.
Estos certificados están protegidos por técnicas de criptografía emitidos por Prestadores de Servicios de Certificación Acreditados por la Secretaría de Economía de México, y son usados para firmar todo tipo de documentos y contratos de naturaleza comercial entre particulares.
A su vez, se implementó el uso de la e.firma como otra herramienta para la certificación de identidad. En este caso, emitida por el Sistema de Administración Tributaria (SAT) y usada exclusivamente para garantizar la identidad de un ciudadano en transacciones de naturaleza tributaria con el Gobierno de México.
Si bien se ha avanzado mucho en materia de innovación digital aplicada al comercio exterior, México necesita mejorar los procesos para obtener cada vez mejores resultados. Para lograrlo, será clave avanzar en mayor inversión para una sólida infraestructura tecnológica.
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